domingo, 13 de febrero de 2011

3er. Domingo durante el año

Parroquia Nuestra Señora del Rosario
LEONES    -     23-01-2011  -  Año 8  -  Nº 420
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3er. Domingo durante el año
 Comentario:
Después del episodio de las tentaciones en el desierto, Jesús deja Nazaret y se establece en Cafarnaún, población muy pequeña.
Este traslado a Cafarnaúm, que tiene la importancia de ser el lugar donde Jesús vivía y que marca el comienzo de la predicación de Jesús, es visto como el surgimiento de una gran luz para el pueblo. La palabra y la presencia de Jesús que se ofrece a todos es para la despreciada región de Galilea como un bello amanecer. Así lo había anunciado Isaías 9, 1 ss: “El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una inmensa luz”. Allí en Galilea Jesús comienza a llamar a sus discípulos; y los primeros elegidos son pobres y humildes pescadores del lago.
Este llamado destacado por su sencillez, se trata del llamado a una vida nueva. Ellos son llamados para un servicio, porque deben ser pescadores de hombres, que acompañarán a este Jesús que se dedicaba a “curar toda dolencia en el pueblo”(v. 23). Eso significa que no son llamados para formar un pequeño grupo de selectos, aislados del mundo, sino para el servicio del pueblo.                                                                                    
P. Víctor M. Fernández

Lectura del libro de Isaías      8, 23 9, 3
En un primer tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí, pero en el futuro llenará de gloria la ruta del mar, el otro lado del Jordán, el distrito de los paganos. El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín. Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián.
                                                                    Palabra de Dios.

SALMO                                              26, 1. 4. 13-14
R. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.

Lectura de la primera carta de san Pablo a los cristianos de Corinto    
1Cor  1, 10-14. 16-17
Hermanos: En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de acuerdo: que no haya divisiones entre ustedes y vivan en perfecta armonía, teniendo la misma manera de pensar y de sentir. Porque los de la familia de Cloe me han contado que hay discordias entre ustedes. Me refiero a que cada uno afirma: "Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo". ¿Acaso Cristo está dividido? ¿O es que Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O será que ustedes fueron bautizados en el nombre de Pablo? Felizmente yo no he bautizado a ninguno de ustedes, excepto a Crispo y a Gayo. Sí, también he bautizado a la familia de Estéfanas, pero no recuerdo haber bautizado a nadie más. Porque Cristo no me envió a bautizar, sino a anunciar la Buena Noticia, y esto sin recurrir a la elocuencia humana, para que la cruz de Cristo no pierda su eficacia.
                      Palabra de Dios.  
                                                                               
Lectura del santo Evangelio según san Mateo         4, 12-23
                                                                                                                 
                                                                              Gloria a Ti Señor.
Cuando Jesús se enteró de que Juan Bautista había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: "¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz". A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente.
                                                                                       Palabra del Señor.                              
                               Gloria a Ti Señor Jesús.

La Palabra de Dios y la Liturgia de esta semana.

Lunes 24 de  enero  -  María, Reina de la Paz
   Heb. 9, 15. 24-28; Sal. 97, 1-6; Mc. 3, 22-30

Martes  25 de  enero   -  Conversión de san Pablo, apóstol
   Hch. 22, 3-16; Sal. 116, 1-2; Mc. 16, 15-18

Miércoles  26 de  enero  - Santos Timoteo y Tito
   2Tim. 1, 1-8; Sal. 95, 1-10; Lc. 10, 1-9

Jueves  27 de  enero  - Santa Ángela de Mérici
  Heb. 10, 19-25; Sal. 23, 1-6; Mc. 4, 21-25

Viernes  28 de  enero   -  Santo Tomás de Aquino
   Heb. 10, 32-39; Sal. 36, 3-40; Mc. 4, 26-34

Sábado 29 de enero – San Pedro Nolasco
    Heb. 11, 1-2. 8-19; [ Sal] Lc. 1, 69-75;   Mc.4, 35-41
20,00 hs. Misa  – Parroquia

Domingo 30 de enero  - Cuarto Domingo durante el año
  Sof. 2, 3; 3, 12-13;  Sal. 145, 7-10; 1Cor. 1, 26-31; Mt. 4, 25-5, 12
09,00 hs. Misa – Capilla Ntra. Sra. del Carmen
11,30 hs. Bautismos - Parroquia
20,00 hs. Misa  -  Parroquia

                                                                                                                  

El Padre MAMERTO MENAPACE nos hace reflexionar con este cuento sobre TRES SABIOS que eran ciegos:

LOS TRES SABIOS
Había una vez tres sabios. Y eran muy sabios. Aunque los tres eran ciegos. Como no podían ver, se habían acostumbrado a conocer las cosas con solo tocarlas. Usaban de sus manos para darse cuenta del tamaño, de la calidad y de la calidez de cuanto se ponía a su alcance. Sucedió que un circo llegó al pueblo donde vivían los tres sabios que eran ciegos. Entre las cosas maravillosas que llegaron con el circo, venía un gran elefante blanco. Y era tan extraordinario este animal que toda la gente no hacía más que hablar de él.
Los tres sabios que eran ciegos quisieron también ellos conocer al elefante. Se hicieron conducir hasta el lugar donde estaba y pidieron permiso para poder tocarlo. Como el animal era muy manso, no hubo ningún inconveniente para que lo hicieran.
El primero de los tres estiró sus manos y tocó a la bestia en la cabeza. Sintió bajo sus dedos las enormes orejas y luego los dos tremendos colmillos de marfil que sobresalían de la pequeña boca. Quedó tan admirado de lo que había conocido que inmediatamente fue a contarles a los otros dos lo que había aprendido. Les dijo:
- El elefante es como un tronco, cubierto a ambos lados por dos frazadas, y del cual salen dos grandes lanzas frías y duras.
Pero resulta que cuando le tocó el turno al segundo sabio, sus manos tocaron al animal en la panza. Trataron de rodear su cuerpo, pero éste era tan alto que no alcanzaba a abarcarlo con los dos brazos abiertos. Luego de mucho palpar, decidió también él contar lo que había aprendido. Les dijo:
- El elefante se parece a un tambor colocado sobre cuatro gruesas patas, y está forrado de cuero con pelo para afuera.
Entonces fue el tercer sabio, y agarró el animal justo por la cola. se colgó de ella y comenzó a hamacarse como hacen los chicos con una soga. Como esto le gustaba a la bestia, estuvo largo rato divirtiéndose en medio de la risa de todos. Cuando dejó el juego, comentaba lo que sabía. También él dijo:
- Yo se muy bien lo que es un elefante. Es una cuerda fuerte y gruesa, que tiene un pincel en la punta. Sirve para hamacarse.
Resulta que cuando volvieron a casa y comenzaron a charlar entre ellos lo que habían descubierto sobre el elefante no se podían poner de acuerdo. Cada uno estaba plenamente seguro de lo que conocía. Y además tenía la certeza de que sólo había un elefante y de que los tres estaban hablando de lo mismo, pero lo que decían parecía imposible de concordar. Tanto charlaron y discutieron que casi se pelearon.
Pero al fin de cuentas, como eran los tres muy sabios, decidieron hacerse ayudar, y fueron a preguntar a otro sabio que había tenido la oportunidad de ver al elefante con sus propios ojos.
Y entonces descubrieron que cada uno de ellos tenía razón. Una parte de la razón. Pero que conocían del elefante solamente la parte que habían tocado. Y le creyeron al que lo había visto y les hablaba del elefante entero.
P. Mamerto Menapace

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