sábado, 26 de marzo de 2011

2do. Domingo de Cuaresma

Parroquia Nuestra Señora del Rosario
LEONES    -     20-03-2011  -  Año 8  -  Nº 428
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2do. Domingo de Cuaresma
Lectura del libro del Génesis     12, 1-4
El Señor dijo a Abrám: "Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré. Yo haré de ti una gran nación y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré al que te maldiga, y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra". Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado.
                                                             Palabra de Dios.


SALMO                                              32, 4-5. 18-20. 22

R. Señor, que descienda tu amor sobre nosotros.

La palabra del Señor es recta y él obra siempre con lealtad; él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.
Nuestra alma espera en el Señor: Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti. R.

Lectura de la segunda carta de san Pablo a Timoteo   2Tim. 1, 8-10
Querido hijo: Comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios. Él nos salvó y nos eligió con su santo llamado, no por nuestras obras, sino por su propia iniciativa y por la gracia: esa gracia que nos concedió en Cristo Jesús, desde toda la eternidad, y que ahora se ha revelado en la Manifestación de nuestro Salvador Jesucristo. Porque él destruyó la muerte e hizo brillar la vida incorruptible, mediante la Buena Noticia.
                                                  Palabra de Dios.  
                                                                               
Lectura del santo Evangelio según san Mateo         17, 1-9
                                                                                                                 
                                                                              Gloria a Ti Señor.
Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: "Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo". Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: "Levántense, no tengan miedo". Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos".
                                                                                    Palabra del Señor.   
                                                           Gloria a Ti Señor Jesús.

Palabra de Dios y la Liturgia de esta semana.
Lunes 21 de  marzo  -  San Pedro Damián
  Dn. 9, 4-10; Sal. 78, 8-13; Lc. 6, 36-38

Martes  22 de  marzo   -  San Nicolás Owen
   Is. 1, 10. 16-20; Sal. 70, 1-6. 15. 17; Mt. 23, 1-12

Miércoles  23 de  marzo    -  José Benito Oriol
   Jr.18, 18-20; Sal. 30, 5-16; Mt. 20, 17-28

Jueves  24 de  marzo   - San Rómulo
  Jr. 17, 5-10; Sal. 1, 1-6; Lc. 16, 19-31

Viernes  25 de  marzo     -  Anunciación del Señor
   Is. 7, 10-14; 8, 10; Sal. 39, 7-11; Heb. 10, 4-10
15,00 hs. REZO de la CORONILLA Divina Misericordia
21,00 hs. Vía Crucis  – Capilla Ntra. Sra. del Carmen

Sábado 26 de  marzo   –  San Braulio de Zaragoza
   Miq. 7,  14-15. 18-20;  Sal. 102, 1-12; Lc. 15, 1-3. 11-32
20,00 hs. Celebración de la Palabra  – Parroquia

Domingo 27 de  marzo   -  3er. Domingo de Cuaresma
  Éx 17, 1-7; Sal 94, 1-2. 6-9; Rom 5, 1-2. 5-8; Jn 4, 5-42
09,00 hs. Celebración de la Palabra  – Capilla Ntra. Sra. del Carmen
10,00 hs.   Convivencia y Celebración de chicos de Catequesis
20,00 hs. Misa - Parroquia
                                                                                                                                       

Cuaresma, llamado interior.
El camino de la CUARESMA, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección, debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.
En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.
Esta Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión.
El arrepentimiento debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Yo Pecador: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer.
La confesión de nuestros pecados.- el arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión.
La penitencia que debemos cumplir empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo.
Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.
Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás.
Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.
Catholic.net

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